Ciclo de conjunciones Júpiter/Saturno en aire: comienza un nuevo mundo

 

El teletrabajo llegó para quedarse


El 21 de diciembre de 2020 tendrá lugar la conjunción Júpiter Saturno en 0° de Acuario. Esta conjunción es importante porque marca el comienzo de una era de conjunciones en aire que va a durar unos 200 y pico de años.

Júpiter y Saturno eran los planetas más grandes en la astrología tradicional y los más alejados de los que se pueden ver a simple vista. Los antiguos los llamaban los cronocatores, los marcadores del tiempo (cronos= tiempo). Las conjunciones de Júpiter y Saturno se dan cada unos 20 años y marcan eras o generaciones. 

Lo interesante es que cuando estos planetas se juntan lo hacen en ciclos de unos 200 a 240 años por elemento. Es decir, tienen conjunciones en, por ejemplo, los signos de agua en las que alternan diferentes conjunciones en Cáncer, Escorpio y Piscis, luego de 200 y pico de años pasan a signos del elemento fuego y las conjunciones se alternan en Aries, Leo y Sagitario, etc. Por supuesto, cada ciclo en un elemento obliga a la humanidad a vivir las energías propias de los signos de ese elemento, y cada cambio de elemento trae un cambio muy grande. 

Hasta ahora estuvimos viviento un ciclo de conjunciones en los planetas de tierra (Tauro, Virgo, Capricornio). Este ciclo de conjunciones comenzó en 1842 con la conjunción en Capricornio y tuvo su última conjunción en Tauro en el año 2000. 

Hago una aclaración importante: cada vez que va a realizarse un cambio de elemento ocurre una conjunción en un signo del elemento que va a venir a continuación, que sería la anteúltima del ciclo. Esto ocurrió en 1981 con la conjunción Júpiter/ Saturno en Libra (signo de aire), la conjunción anterior a la de Tauro del 2000. Esto es importante porque ayuda a la humanidad a prepararse para el nuevo ciclo por venir. 

 

El ciclo de conjunciones en tierra: la era de la revolución industrial

Como decía antes, el ciclo de conjunciones en el elemento tierra comenzó en 1842. Aunque algunos dan el ciclo por comenzado en 1802 en Virgo, que fue la conjunción "adelantada" hacia el final del ciclo de fuego que terminó con la conjunción en Aires en 1821. 

Si estudiamos un poco lo que ocurría en el mundo hacia 1840 vamos a ver que había un gran cambio en marcha: comenzaba la revolución industrial. Las nuevas tecnologías como el motor a vapor y el ferrocarril permitieron el auge de grandes industrias. Las industrias necesitaban obreros, por lo que la gente comenzó a mudarse del campo a la ciudad para conseguir trabajo, creando las grandes megaciudades que hoy son comunes. 

La nueva era industrial. A nadie le importaba mucho la ecología.

En realidad podemos decodificar el nuevo mundo de la revolución industrial como basado en las energías de los tres signos de tierra. El mundo que surgió hacia 1840 estaba basado en: 

  • El capital (Tauro).
  • El trabajo y las diferentes divisiones de lo laboral (Virgo).
  • La centralización jerárquica ya sea dentro de las empresas o a cargo del Estado (Capricornio). 

Este mundo se comenzó a construir hacia 1840 y es el mundo que conocimos nosotros, nuestro padres y nuestros abuelos. Un mundo industrial, en el que la gente trabaja para producir objetos concretos y en el que la forma en la que se realiza esta producción de bienes condiciona la base de nuestra sociedad, cómo vivirmos y nos relacionamos con los demás. 

Cuando se habla de política se discuten básicamente estas cosas, relaciones laborales, dinero, el rol del Estado. Todas estas discusiones son de tierra. 

 

El rol del Estado y los estados nacionales

Hoy nos parece natural pensar que el mundo está dividido en estados nacionales (países), pero esto no fue siempre necesariamente así. Obviamente, los países existieron siempre, pero no necesariamente con la misma concepción que tenemos hoy. 

Antes del siglo XIX, especialmente en Europa, se pensaba en términos de regiones más pequeñas. Las personas se consideraban nativas de su región y más que ser leales a un estado nacional eran leales a una familia de gobernantes o a un rey o grupo de nobles en particular. 

Pensemos en España, por ejemplo. Lo que hoy consideramos un país único era una serie de reinos (Aragón, Castilla, Galicia, Asturias, Calatunia, etc.) que de a poco se fueron unificando en un estado nacional. Pero para el campesino simple que vivía en una aldea el concepto de estado nacional era demasiado abstracto. Ellos conocían su región y les eran familiares las estructuras de poder propias de su región y sus vidas estaba basadas en esas estructuras locales. Esa era su "nación", no el estado nacional.

De hecho el concepto de "nación" era diferente al concepto de Estado o gobierno. Ciertas áreas (especialmente en Europa) tenían una identidad propia y se consideraban una nación, pero muchas veces esas áreas cambiaban de manos, como Alsacia y Lorena, que alternaron entre ser regidas por Francia y ser regidas por Imperio Germánico y viceversa. Estos cambios sólo eran considerados cambios de gobernantes, pero no de la identidad de las personas, la gente no pasaba de considerarse francesa a alemana sólo porque el territorio había pasado de un estado a otro. Tampoco los gobernantes trataban de imponer un cambio de identidad, cada región mantenía su lenguaje, sus costumbres, su nobleza, etc.

Esto fue cambiando en el siglo XIX, con el comienzo del ciclo de conjunciones en Tierra. En esta era termina el proceso de unificación de reinos separados en grandes estados nacionales, como en Italia. Este proceso venía dándose desde el fin de la edad media, pero la novedad fue que de pronto el concepto de estado nacional empezó a pesar más que el concepto de nación local. Ya no se trataba de que la gente se considerara asturiana, gallega, catalana o lo que fuera, ahora lo importante era que eran españoles (o de la nacionalidad que fuera) y que se consideraba que el Estado nacional tenía que regular, unificar y prevalecer por sobre las diferentes regiones. Este concepto (capricorniano, de creación de estructuras) tomó fuerza en el siglo XIX y se continuó durante el siglo XX. 

Con el advenimiento de era de conjunciones en tierra estos conceptos comienzan a perder fuerza. Pensemos que Acuario rige las redes de iguales, como la Internet, y que estas redes no tienen fronteras (capricornianas). Seguramente en las próximas décadas veamos que la gente se organiza en otro tipo de comunidades que no tienen que estar regidas necesariamente por un estado nacional. 

Un ejemplo de este futuro lo tenemos en las criptomonedas, algo que he citado en mi post acerca del Urano en Tauro. Hasta ahora era natural pensar en que el dinero existía simplemente porque era emitido por el gobierno de un estado nacional que lo respaldaba y regulaba sus existencias. Nadie hubiera tomado en serio un dinero privado o emitido por un ente que no fuera un Estado. Pero la tecnología del blockchain posibilita que puedan surgir criptomonedas que no son reguladas ni emitidas por ningún estado, y si bien eso es un concepto un poco extraño para nosotros pronto va a ser una idea corriente. 


El mundo que viene

El mundo que viene va a tener que ver con las energías de los signos de aire. Los bienes materiales y el capital van a dejar de tener tanta importancia y el énfasis va a estar puesto en:

  • La comunicación, el conocimiento y la información (Géminis)
  • La diplomacia, lo estético y la Justicia (Libra)
  • Las redes horizontales descentralizadas no jerárquicas, como Internet, que corresponden a Acuario. 

Según algunos astrólogos nuevos conceptos van a reemplazar a conceptos que hoy nos rigen. Una de las ideas es que el poder en lugar de basarse en el capital y en las grandes corporaciones va a estar basado en el conocimiento y la comunicación. Aquellos que pueden innovar tendrán ventajas sobre los que no, y aquellos que sepan cómo comunicar tendrán ventajas sobre los que comuniquen mal, por más carbón o petróleo que estos posean. 

Otra idea que seguramente va a cambiar va a ser el concepto de trabajo y vida laboral. La idea de que una persona estudia primero, luego entra en el mercado laboral en el que aplica lo que estudió y un día se retira para jubilarse o pensionarse posiblemente desaparezca. La idea de los signos de aire es que la educación dura toda la vida, y es más importante que el trabajo. Seguramente la gente va a educarse más y a trabajar menos. Quizás las jubilaciones o pensiones vayan desapareciendo o el concepto se transforme, ya que la idea de que una persona deja de ser útil cuando pierde la capacidad de hacer trabajo físico es una idea muy de tierra, no de aire. 

También va a dejar de ser necesario que nos amontonemos en enormes centros urbanos para conseguir trabajo. Tal como lo descubrimos durante la pandemia de coronavirus, podemos trabajar a distancia y eso hace bastante irrelevante el lugar en el que vivamos. Es probable que haya un éxodo de los grandes centros urbanos hacia zonas menos pobladas.

Seguramente también se modifique el concepto de a quiénes se va a considerar personas exitosas. Durante la era de tierra se consideró exitosos a aquellos que lograban acumular mucho dinero y poder, sin importar mucho qué hacían para conseguir ese dinero. En el nuevo mundo de conjunciones en signo de aire lo material va a dejar de ser tan importante y va a haber un resurgimiento de otros valores. 

Comunicar e innovar van a ser vistos como algo más importante que poseer objetos. Cuidar el planeta va a ser más importante que hacer dinero a costa de ensuciar el medio ambiente. Va a ir surgiendo una ética de valores (muy del elemento aire) que va a estar por encima del lucro material (tierra). 

Seguramente el concepto de admirar al ricachón que derrocha el dinero en placer para sí mismo sin pensar en los demás va a pasar de moda y los admirados van a pasar a ser ciudadanos más responsables que vivan una vida más frugal. Por ejemplo, viajar en transporte público eficiente va a ser mejor visto que tener una flota de autos que contaminan, o tener una casa pequeña alimentada por energía solar va a ser más prestigioso que tener una mansión que necesita mucha energía. 

La noción del consumismo exacerbado también debería ir desapareciendo. Las últimas décadas vimos un salto en el consumo y se impuso la idea de que consumir es lo más importante y que cuantos más objetos poseamos, mayor será nuestro prestigio social. Esa idea va a ir pasando de moda y se va a considerar responsable no consumir tanto. Por ejemplo, reparar un electrodoméstico que tiene un problema menor va a ser considerado mejor que tirarlo y comprar uno nuevo. 

[NOTA 2021: Si quieren profundizar más acerca de esto vean el documental Minimalismo: Menos es más por Netflix, que describe al movimiento minimalista, gente que se deshace de sus posesiones supérfluas para vivir una vida más plena y feliz].  

 

El marxismo va a quedar obsoleto

Un breve comentario: cuando uno piensa en un mundo regido por el capital, las relaciones laborales y las estructuras jerárquicas estatales, inmediatamente notamos que estas cosas tienen que ver con el marxismo, una ideología y una forma de ver el mundo que surgió a mitad del siglo XIX. 

De hecho el marxismo comenzó con un libro llamado El Capital (Tauro) y la teoría marxista trata acerca de las relaciones de trabajo (Virgo). Cuando se lo quiso poner en práctica en los países comunistas se crearon enormes burocracias estatales centralizadas que trataban de controlarlo todo (Capricornio). (Curiosamente, en nombre de la hermandad de los hombres y de liberar al obrero de la explotación, conceptos más acuarianos en su origen pero no en la práctica). 

Si bien el marxismo cayó bastante en desgracia desde la caída del Muro de Berlín, el nuevo ciclo de aire parece condenarlo a ser considerada una ideología de museo. 

 

Y el capitalismo clásico industrialista también

Si les sirve de consuelo, los conceptos de capitalismo clásico basados en el capital y la industria también van a quedar pasados de moda. El nuevo mundo va a ser un mundo de innovación y de comunicación en el que va a ser necesario tener reflejos rápidos, y las megacorporaciones con milles de empleados y billones en capital que necesitan juntas de docenas de accionistas para tomar decisiones quizás comiencen a ser demadiado lentas para un mundo así. Las cosas ya no van a ser centralizadas y a gran escala, va a ser a una escala menor y más en red, conceptos de aire. 

Uber, un ejemplo del nuevo tipo de empresa basado en un concepto acuariano, signo de aire.


De hecho pensemos en la nueva economía de la era de Internet: Uber domina el mercado del transporte y no posee un solo auto. Airbnb domina el mercado de la hotelería y no posee un solo hotel. Amazon domina el mercado del consumo masivo y no fabrica un solo producto. Las redes sociales no producen contenido. YouTube, por dar un ejemplo, es el principal sitio de videos del mundo, con más espectadores que las grandes cadenas de TV y no produce videos. Ese es el mundo al que vamos. 

 

Y Trump

Y ya que estamos vuelvo a algo que traté en un posteo anterior, la derrota de Donald Trump en las elecciones de USA en 2020, el mes pasado. En el posteo hablo de que Donald Trump epmenzó a verse como una figura pasada de moda durante el pasaje de Urano por Tauro, pero también creo que este nuevo ciclo de aire condicionó su derrota.

Trump fue elegido presidente bajo el lema de "Make America great again". ¿Qué quería decir Trump cuando dijo eso? (O qué entendió la gente, que es casi lo mismo):

Trump se estaba refiriendo a volver al modelo industrial que dominó a USA hasta hace unas décadas, un modelo en el cual todo se fabricaba en el país, casi no se importaba nada y había empleos y consumo. Todo esto, según él o sus seguidores, fue desapareciendo por causa externas y evitables como la competencia desleal china o los inmigrantes ilegales que toman trabajos, y había que revertir ese proceso desde el gobierno, ya fuera sancionando a los chinos o haciendo un muro con México.

El problema es que, por más buenas intenciones que tuvieran Trump y sus votantes, no se puede volver a ese sistema simplemente porque a un nivel cósmico esa era terminó. Podemos pensar en que Trump no era el futuro, sino el anhelo de volver a un pasado idealizado que no iba a volver nunca más. Su derrota es la derrota de esta idea de vuelta a este pasado idealizado. 


Las monarquías no van a pasarlo muy bien

El concepto de monarquía es un concepto que remite al signo de Leo, signo de fuego regido por el Sol. El rey es considerado un monarca con características solares alrededor del cual ira la vida de su reino y sus súbditos. Si bien este concepto es muy anticuado y las monarquías que quedan son casi de adorno el nuevo ciclo de conjunciones en aire no parece muy auspicioso para ellas. 

El nuevo ciclo comienza en Acuario, signo opuesto al Leo y al que corresponde la democracia, un gobierno de iguales en el que nadie tiene prerrogativas sobre otros. Como vimos, en el futuro el peso de los estados nacionales va a decrecer, con lo que las monarquías van a ir perdiendo su peso simbólico. 

Hay un elemento adicional capricorniano en las monarquías, que tiene que ver con Saturno, el conservar viejas estructuras tradicionales de poder. De hecho la reina Elizabeth de Inglaterra es Tauro con Ascendente Capricornio (doble tierra) y dedicó su vida y su reinado a mantener esas viejas instituciones vivas en un mundo cada vez más moderno en el que esas instituciones y estructuras tienen cada vez menos razón de ser. 

Cuando el ciclo de conjunciones deje de darse en el elemento tierra y lo capricorniano se vaya dejando de lado, es posible que las monarquías terminen de desaparecer de la faz de la Tierra. Veremos.

En fin estas serían las principales características del nuevo ciclo de conjunciones. Gracias por tomarse su tiempo para leer esto.



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