Astrología del coronavirus

 

Si buscan por Internet van a ver que los astrólogos de todo el mundo anunciaban (algunos con varios años de anticipación) que 2020 iba a ser un año muy pesado. En 2020 hubo una serie de tránsitos y configuraciones muy significativas. 

Si bien es cierto que la mayoría de los astrólogos no predijo la pandemia de coronavirus en sí (aunque hubo un par que sí la predijeron) sí se preveía un año de cambio y de mucha agitación.  

Hay algunas preguntas válidas: ¿por qué hubo una epidemia mundial en 2020? ¿Hubo un propósito para esto? ¿Qué cambios eran necesarios? Pues bien, 2020 es el preámbulo a una serie de cambios estructurales para la humanidad, y aparentemente necesitábamos algo que nos indicara claramente que esos cambios venían y no podíamos seguir haciéndonos los distraídos. El coronavirus fue el instrumento elegido por el Cosmos para hacernos entender esto. No solo a un nivel racional, sino a un nivel práctico, obligándonos a cambiar. 

Paso a enumerar los principales tránsitos y aspectos que ocurrieron en 2020. 

 

01 La Conjunción Saturno/ Plutón (12 de enero 2020).

Plutón es el planeta de la muerte y la regeneración, el regente de la sombra, del lado oscuro. Todo lo que Plutón toca se transforma, tiene que morir y renacer. El mito de Plutón está conectado con Hades, el hermano de Zeus que regía el inframundo, el mundo de los muertos, que en psicología humanística corresponde con el inconsciente profundo. Saturno es el planeta de las estructuras, los seres humanos para funcionar en el mundo necesitamos estructuras que nos sostengan (familiares, sociales, personales, etc.). Cuando estos dos planetas se juntan en el cielo las estructuras que nos sostienen pasan por un proceso de cambio y regeneracion, posibilitando un nuevo status quo (estado de las cosas). 

La conjunción de Plutón y Saturno no es nada frecuente, en el siglo XX ocurrió sólo tres veces: en 1915, en plena primera guerra mundial (que transformó al mundo), en 1947, cuando el mundo se estaba reconstruyendo luego de la segunda guerra mundial y en 1982, unos años antes del derrumbe del bloque comunista. La siguiente ocasión fue 2020. Por ocurrir en Capricornio esta conjunción tiene que afectar las estructuras capricornianas (los gobiernos, las grandes empresas, etc.) para poder crear estructuras nuevas y más evolucionadas. 

Vale aclarar que cada vez que se juntan Plutón y Saturno en el cielo el mundo se vuelve conservador y saturnino (pensemos en 1982, con Tatcher en Inglaterra y Reagan en USA, reemplazado los valores de libertad que habían surgido en los '60 por valores conservadores). Esto tiene una lógica: Plutón nos trae sobre la mesa nuestros más grandes temores (muerte, destrucción) y cuando la gente se asusta se vuelve conservadora y a la defensiva. 

2020 trajo eso en forma de las restricciones a la libertad individual en nombre de prevenir la epidemia de coronavirus. No se puede viajar, no se puede salir, no se puede festejar, no se puede hacer nada.

 

02 A esa conjunción se le agregó Júpiter (marzo, junio y noviembre).

La conjunción Plutón/ Saturno ya es bastante poderosa de por sí, pero en 2020 se le agregó un tercer planeta, Júpiter, que había entrado a Capricornio en 2019. Júpiter hizo tres conjunciones con Plutón, una en marzo, otra a fines de junio después de que Júpiter se puso retrógrado y una más a mitad de noviembre (de hecho hoy, 13 de noviembre).  

Júpiter es uno de los planetas benéficos y cuesta relacionarlo con una pandemia, pero recordemos que algunas de las características de Júpiter son la expansión y la abundancia. Al mezclarse esa energía con la energía de Plutón expande lo plutoniano, en este caso un virus.  

Otra de las influencias de Júpiter fue la exageración de las consecuencias del coronavirus. Júpiter nos hizo amplificar el problema y creer que la pandemia era mucho peor de lo que fue realmente, obligándonos a tomar medidas drásticas que, seguramente, van a verse como algo exageradas cuando el tiempo pase. 

Esta conjunción fue la responsable de la enorme tasa de contagios que tuvo el virus, obligando al mundo a tomar medidas drásticas. Y si vemos un poco las noticias del año, cada vez que se juntaron Plutón y Júpiter hubo un aumento de los contagios. En marzo, cuando se decretaron la mayoría de las cuarentenas, en julio, cuando hubo una vuelta a la fase 1 al menos en Argentina y en noviembre, con la segunda ola en el hemisferio norte.

Como Júpiter va a seguir adelante y no va a tocar más a Plutón podemos tener la esperanza de que los contagios vayan descendiendo y el virus vaya desapareciendo.

Cuadro que compara la fuerza de la conjunción Júpiter/ Plutón (abajo) con los casos de Covid-19 en USA (arriba). Las curvas coinciden bastante. Se dice que cuando dos planetas tienen tres conjunciones la tercera y final es la más fuerte, la que tiene mayor efecto externo, y en este caso parece confirmarse. Tomado del astrólogo Chris Brennan de The Astrology Podcast

 

 03 La conjunción Marte/ Plutón (23 de marzo 2020).

Marte (el segundo planeta maléfico según la astrología tradicional) hizo conjunción con Plutón un par de meses después de Saturno y días antes que Júpiter lo hiciera. Esto no parece ser muy grave o inusual, ya que Marte tarda dos años en dar la vuelta al zodíaco, pero en esta ocasión fue importante porque Marte actúa, según algunos astrólogos, como "la mecha que enciende la dinamita", es el planeta que pone en movimiento las cosas. 

Marte detonó la bomba atómica que habían preparado Saturno y Plutón (la pandemia de coronavirus), mientras que Júpiter amplificó y expandió esa pandemia por todos los rincones. Marte se alejó rápido de Capricornio, pero en la segunda mitad del año pasó 6 meses en el signo de Aries (regido por el mismo Marte). haciendo cuadratura a los planetas en Capricornio y detonando nuevas situaciones como los rebrotes del virus. 

04 La conjunción Saturno/ Júpiter en Acuario (21 de diciembre 2020). 

En la antigüedad Júpiter y Saturno eran los planetas más alejados conocidos (el resto no puede verse a simple vista). Los astrólogos los llamaban los cronocatores, los marcadores del tiempo, porque medían las eras de acuerdo a las conjunciones de estos dos planetas (cronos = tiempo en griego), que se dan cada 20 años más o menos. Estos dos planetas tienen una característica: tienen ciclos de cerca de 200 años en los cuales las conjunciones se dan en signos del mismo elemento (por ejemplo todas en aire o todas en tierra), creando eras. 

En 2020 la conjunción de Saturno y Júpiter va a darse en Acuario, comenzando una nueva era de conjunciones en signos de aire. Desde 1842 las conjunciones se dieron en signos de tierra (Tauro, Virgo, Capricornio), y esa serie de conjunciones coincidió con la era de la revolución industrial, que trajo una manera de trabajar y de producir riqueza muy "de tierra", basado en los objetos físicos y el dominio de la naturaleza. Las conjunciones en aire van a traer una nueva manera de hacer las cosas, más virtual, más basada en el conocimiento y la información (aire)

(Hago una aclaración: en 1981 hubo una conjunción de Júpiter y Saturno en Libra, signo de aire. Esto ocurrió porque siempre que un ciclo de conjunciones va a cambiar de signo siempre se da una conjunción en el elemento que está por venir para que la humanidad se vaya preparando a la nueva energía). 

Dicho esto, es entendible que la pandemia de coronavirus nos haya obligado a trabajar y a comerciar online. Ya no hace falta (tanto) salir de la casa, podemos tener una conferencia por Zoom o como sea, y en lugar de ir a una oficina pública a hacer fila podemos enviar los formularios online. Ese mundo basado en el papel físico va a ser reemplazdo por un mundo virtual, y el coronavirus fue la manera que tuvo el Cosmos de anunciarnos esto y prepararnos para este cambio.

Con la conjunción Saturno/ Júupiter en Acuario de diciembre comienza una nueva etapa para la humanidad. Obviamente los cambios no se van a ver de un día para el otro pero el mundo que conocimos basado en la economía de la revolución industrial va a quedar atrás y va a ser reemplazado de a poco por un mundo más digital y virtual. 

Estos cambios profundos requieren una transformación interior y un duelo por lo que se va, por lo que la pandemia de Coronavirus nos proporcionó un marco para trabajar estas cosas.

-----